CONTEXTO
El café keniano es probablemente uno de los cafés africanos más valorados y demandados. El suelo volcánico de las tierras altas del país es perfecto para el cultivo de café arabica. Más de 700,000 personas están empleadas en la producción de café. La mayoría son pequeños agricultores organizados en cooperativas a las que venden sus cerezas. El resto son grandes fincas (coffee estate, alrededor de 4.000) que tienen a sus trabajadores, recolectores, beneficios húmedos y secos para procesar y vender directamente su propio café.
El café es el cuarto mayor proveedor de divisas de Kenia después del turismo, el té y la horticultura. Se estima que en Kenia hay 160.000 hectáreas de café, el 75,5% de las cuales está en el subsector cooperativo y el 24,5 por ciento en las fincas.
La mayoría de las tierras son propiedad de pequeños agricultores, pero los estates producen hasta el 50% de la producción total debido al uso más intensivo de fertilizantes, pesticidas, herbicidas, fungicidas y gracias a sus eficientes sistemas de irrigación.
Kenia tiene dos cosechas de café. La cosecha principal de septiembre a diciembre y la otra más pequeña de marzo a julio