Del bosque de café al café de bosque

Etiopía tiene un importante patrimonio: es la cuna del café.
Es en la región de Kafa que se encuentra el bosque de café silvestre, su lugar de nacimiento alrededor de la ciudad de Bonga y cerca del pueblo de Makira Quabale.

Hoy en dia existe aún algo de café silvestre en la Reserva Forestal de Bonga, que abarca unos 500 kilómetros cuadrados, siendo una de las últimas selvas subtropicales que quedan en Etiopía. El café de bosque se define* como:
"Café que crece naturalmente en bosques primarios que no han sido alterados o dañados por la interferencia humana."
Estos bosques son de propiedad de estado que maneja en teoría su mantenimiento y regula la cosecha autorizada por un período limitado. El café de bosque representa alrededor del 5% al 10% de la producción total del país. Debido a la falta de manejo, los cafetos silvestres tienen una baja productividad. Es por eso que son reemplazados poco a poco por el café semi-forestal que ahora representa alrededor del 35% de la producción total.

El café semi-forestal se define como:
"El café que crece en bosques que son semi-manejados por humanos (es decir, abriendo toldos, limpiando malezas, etc.) pero mantiene un mínimo de 50% de cobertura de dosel".
Dos años tuve la oportunidad de ver el Árbol Madre (el árbol de café arábica vivo más antiguo) y el linaje de árboles de café silvestres que lo rodea. Este año hemos estado explorando las fincas de café de propietarios privados, con árboles de café tanto silvestres como sembrados, bajo la sombra del bosque.

Comenzamos la visita en una finca de café forestal cerca de Masha, una ciudad en el suroeste de Etiopía ubicada en la reserva de Sheka en la Región de las Naciones del Sur, Nacionalidades y Pueblos (SNNPR). Esta área también es famosa por la producción de miel blanca orgánica, que durante mucho tiempo fue la principal fuente de ingresos para las comunidades locales y, desde hace poco, por su producción de té. De hecho, el gobierno alienta el establecimiento de plantaciones en áreas que anteriormente virgen o de mínimo cultivo.

A unos 40 km de Masha se encuentra la granja de Heleanna Georgalis (Moplaco). 150 ha de tierra cubierta de bosque de lo cuales 145ha dedicadas al café.
Los árboles de false banana, una planta endémica de la familia del banano, son parte de este ecosistema que proporciona un microclima ideal para el café y evita la erosión del suelo gracias a sus raíces profundas.

Estamos en plena cosecha con árboles llenos de cerezas rojas listas para ser recogidas por las 180 personas contratadas para la temporada.
Enguday Eshetu Niferasha, el gerente de la finca nos da la bienvenida y nos enseña las instalaciones.

Comenzamos caminando por las líneas de cafetos jóvenes y menos jóvenes. Enguday tiene la difícil misión de cuidar a estos árboles, asegurarse de que estén bien podados para garantizar una buena productividad, cuidar la maleza regularmente durante el año para evitar la aparición de enfermedades y deshacerse de los posibles árboles infectados.

Luego nos dirigimos hacia el beneficio. Aquí, el café sigue el proceso natural. Es decir que las cerezas se secan sin ser pulpadas antes.

Enguday nos enseña los diferentes métodos: la fermentación aeróbica bajo el sol o bajo la sombra, la maceración de las cerezas de café en un recipiente de acero...

Todo está bajo control y el nivel de humedad se verifica regularmente para saber cuándo está listo el café. Se almacenará y reposará durante un par de meses antes de enviarlo al beneficio seco y venderlo.
No hay proceso de lavado en este momento allí, ya que los tanques de fermentación aún están en construcción. ¡Tal vez el próximo año, tendremos la oportunidad de probar un café totalmente lavado del bosque Sheka!

Después de esta breve introducción, seguimos con la visita de la finca, observando las bonitas formas de cafetos a la sombra del bosque y a distancia, un mono Colobus blanco y negro. Rápidamente tenemos que dar la vuelta, aunque una tormenta parece acercarse. Cuando regresamos a la granja, ya se está acabando el día y podemos observar el ritual de final de día.

Frente a nosotros, una larga fila de trabajadores esperando que sus bolsas de cerezas sean pesadas después de haber sacado las verdes y sobre maduras.

Luego, los flotadores de cerezas se separarán manualmente y se colocarán en una mesa aparte. Entonces es hora de regresar a casa. Para aquellos que no viven cerca de la finca, pueden tomar el camión habilitado para recogerlos en Masha por la mañana y traerlos de vuelta al final del día.

Fue una visita rápida y aunque no tuvimos la oportunidad de tomar el café de la finca de Heleanna, ahora tenemos una mejor comprensión del plan y de la rutina de producción de café en Etiopía. Si bien no es totalmente silvestre, el café semi-forestal se beneficia de un entorno excepcional con una fauna y flora diversa y viva. Tratar de mejorar la calidad y la productividad del café, respetar la biodiversidad con la introducción del compost natural, la conservación de métodos orgánicos tradicionales combinados con prácticas agrícolas modernas no es una tarea fácil. Y solo se puede conseguir con la colaboración y para el desarrollo de la comunidad local.
Referencias:
- www.addisfortune.net/columns/precarious-fate-of-ethiopian-forest-coffee/
- www.coffeehabitat.com/2011/02/ethiopia-wild-forest-coffee/
- www.sacredland.org/sheka-forest-ethiopia/
- www.partnershipsforforests.com