Abol, Tona, Baraka: detrás de la ceremonia del café

Etiopía... La cuna del café y una visita imprescindible para cualquier aficionado un poco aventurero.
En cada esquina emana el olor del café. Sea dónde sea, encontrás esta pequeña mesa de madera con sus típicas pequeñas tasas y sus jebena (cafetera de terracota tradicional) para tomarte un café en las reglas del arte. O casi...

El ritual de la ceremonia del café no se presta al frenesí de las ciudades. Hoy solemos tomar una taza de café... casi sobre la marcha. A veces nos demoramos un poco más y nos arriesgamos a una segunda.

Así que hoy en día, es en la intimidad de los hogares y fuera de la vista que se puede asistir al ritual completo de la ceremonia del café.
En muchas aldeas este ritual se considera una marca de respeto, amistad y hospitalidad para recibir a familiares o invitados, sea cual sea la hora del día.

Son las mujeres las que realizan el ritual casi sagrado de la ceremonia del café. Comenzan esparciendo hierbas y flores frescas en el suelo. El incienso también se quema para alejar a los espíritus malignos durante la ceremonia. La jebena se llena con agua y se coloca en las brasas ardientes.
Luego se limpian los granos de café verde para eliminar las posibles piedras y el polvo antes de tostarlos manualmente en una sartén de metal.

El poderoso aroma del café tostado es un aspecto importante de la ceremonia.
Luego el café está molido manualmente con un mortero (un tazón pequeño de madera grueso llamado mukecha) y un pilón de madera o metal llamada zenezena,

antes de verterlo en la jebena y volver a colocarla en el fuego hasta que hierva.

El café se vierte hasta el borde en las tazas, normalmente con azúcar, y se sirve tres veces.
Abol, Tona, Baraka son los nombres de cada servicio, cada uno con su propio significado.
"La primera [copa] es para el placer.
La segunda causa la contemplación.
La tercera es una bendición. "
* Cita de la obra Los variados sabores de café del autor Anthony Capella
En algunas partes de Etiopía se puede agregar mantequilla o miel. El café también puede ir acompañado de cebada tostada (kolo), cacahuetes o palomitas de maíz.
Así descubrimos algunas tradiciones propias a cada región.
El jebena, por ejemplo, no tiene la misma forma en todas partes.

Sin caño y a veces sin asa en la región de Tigré.

Con base redonda en la zona de Jimma.

Más sofisticada en Addis Abeba o Amhara.
Al final, independientemente de su origen, de su edad o de sus diferencias, los etíopes están unánimemente arraigados a la práctica ancestral de la ceremonia del café.