El café que escondía el bosque # 1

Nestra aventura Indonesia empieza en el monte Puntang, área de Bandung en Java occidental.
Bandung es un destino popular para el turismo local y conocido por su producción de café Arábica. Al igual que en Yakarta, las nuevas cafeterías están creciendo en toda la ciudad. Mientras pensábamos tener que aguantar solo café instantáneo... Realmente pudimos disfrutar de ricos cafecitos en muchos sitios.

Después de unas horas en la ciudad, nos recoge Uden, el responsable del control de calidad de Klasik Beans, y nos lleva a Mount Puntang, el sede de la cooperativa.

A llegar nos encontramos con Eko, fundador y director de Klasik Beans. Después de una introducción rápida, nos dirigimos en seguida hasta la finca de café con Uden, Megan, el superman agrónomo - y un grupo de jóvenes tostadores y baristas de Yakarta.
Cuando entramos en lo que parece ser una reserva de pinos, Megan comienza a señalar los cafetos alrededor.

Luego continuamos subiendo a la finca a pie, cruzando cafetos de diferentes especies y variedades: Robusta al principio del sendero y, a medida que avanzamos, Megan nos enseña las variedades de Catimor, el famoso híbrido natural entre Arábica y Robusta - de Caturra, de Typica y de otras variedades locales que nunca había escuchado.
La mayoría de los árboles están muy bien podados y con ramas llenas de cerezas carnosas .

Un poco más arriba en el bosque, los cafetos se alinean en terrazas, cuya construcción larga y tediosa facilita mucho la recolección y el mantenimiento en las laderas de la montaña.

En este momento, esta visión del café creciendo debajo de la sombra de un bosque de pinos, trastorna la imagen que tenía de la producción del café en Indonesia. Me lo imaginé intensivo en áreas planas bajo el sol... y encuentro un café agroforestal!
¿Estaba el café naturalmente presente en este bosque?
Tendré la respuesta a esa pregunta. Pero solo después de un taller práctico con Megan sobre los basicos de la poda del café (¡nunca imaginé que se tenía que cortar tantas ramas!) y solo después de probar nuestro primer Kopi Tubruk (vea el artículo sobre esta tradición aqui).

De hecho, es hora de volver a la cooperativa para participar a una degustación a ciegas

de diferentes variedades y de diferentes islas donde trabaja Klasik Beans: Bandung (Java), Batuk (Bali), Sulawesi, Flores ... Una primera y rica introducción a la amplia variedad de sabores y perfiles que este archipiélago puede ofrecer.

Después de estos tres días en la cooperativa con el resto del equipo, nos damos cuenta que el café para Klasik Beans no es un fin en sí mismo. Tiene un objetivo más ambicioso, el de proteger y preservar el bosque, vivir y trabajar de una manera que respete y se beneficie de lo que la naturaleza nos ofrece.

¿Por qué el con el café? Porque sirve para "ocupar" a la gente. El café si está bien valorado permite ganar dinero y vivir bien. Así la gente buscará producir más en lugar de cortar árboles y venderlos para el sector de la construcción o para producir otros cultivos que no soportan la sombra de los pinos.
Entonces... el café no era endémico en el bosque pero fue introducido para mantenerla.
Pero convencer a los agricultores de invertir en café y guiarlos hacia un trabajo sostenible no sucedió de la noche a la mañana.
Representan 10 años de trabajo en el campo para lograr reunir a los productores y enseñarles los procesos de manejo, de cosecha y de producción orgánica, así como las técnicas para procesar el café (lavado, natural o miel).
También mejoraron las instalaciones básicas (tanques de fermentación, mesas de secado, invernaderos, viveros, etc.) y las integraron en su ecosistema natural.

Por ejemplo, se utiliza el bambú endémico para la construcción, el papiro y otras plantas locales para la filtración de agua y la pulpa de las cerezas para hacer compostes naturales, etc.

Hoy estos esfuerzos parecen estar dando frutos.
En el Monte Puntang, más de 1,500 pequeños agricultores son ahora miembros de la cooperativa y han logrado mejorar la calidad del café. De este modo, han podido acceder a un nuevo mercado y recibir mejores precios a nivel nacional e internacional. Un modelo que parece funcionar y listo para extenderse a otras islas: Sumatra, Sulawesi, Papua, Flores y la hermosa isla de Bali con su café creciendo debajo de las mandarinas.
