Context

El café también es una industria que depende de una gran fuerza laboral para cosechar y preparar para la exportación. Por lo tanto, representa una fuente importante de empleo e ingresos para la población y los Estados de los países productores. Sin embargo, esta industria parece estar perdiendo terreno ...
En la bolsa, los precios siguen bajando, los ingresos de los productores están disminuyendo, los volúmenes de producción están disminuyendo debido a los principales efectos secundarios del calentamiento global (aumento de las enfermedades del café e invasión de parásitos).
Los Estados también están perdiendo interés en que el sector cafetero prefiera apoyar productos agrícolas más rentables o más fáciles.
Por último, el café ya no genera vocaciones para las generaciones más jóvenes que han visto a sus padres trabajar arduamente y en ocasiones en condiciones críticas, dedicando sus vidas al café sin encontrar la manera de salir de la pobreza. Las tierras familiares se abandonan aquí nuevamente para otros cultivos más rentables.
Está claro que el modelo de producción intensiva, sobreexplotación de tierras y fuerza de trabajo independientemente del bienestar social y el desarrollo sostenible, encuentra sus límites aquí.
¿Todavía es hora de revertir esta tendencia? Y si es así, ¿qué soluciones tenemos?
A finales de los años 90, apareció una "nueva onda" de café. Lo que llamamos Café Especial o de Especialidad quiere poner la calidad y la transparencia en el centro de la cadena de valor: calidad del producto y su preparación, calidad de el trato humano (mejores ingresos, capacitación, empoderamiento), la calidad de las relaciones institucionales y comerciales (apoyo e inversión de los Estados y actores comerciales), la calidad del equipo (inversión en equipos y tecnologías que facilitan el trabajo de los productores y mejoran la calidad de café ); trazabilidad de grano a taza, redistribución transparente de la riqueza ...
Sin duda, un modelo prometedor, pero también el tema de varias preguntas:
- ¿Están listos los productores (y los Estados) para adoptar este nuevo modelo?
- ¿Es aplicable a una escala mayor?
- ¿Donde empezamos?
Ir al origen primero: conocer a los productores para tomar conciencia de su situación, identificar sus problemas y sus necesidades es una buena manera de comenzar.
Compartir información : visiones del café y cómo lo consumimos, compartiendo nuestra experiencia como profesionales o como simples consumidores, dando herramientas para fomentar el desarrollo y el empoderamiento.
Y finalmente, comunícar con los profesionales y el público sobre el contexto actual del café para generar interés, explicar porque apoyar el café especial y potencialmente encontrar soluciones a problemas específicos identificados en origen.