Leonardo & La Marina

Después de aproximadamente 30 minutos en coche desde la frontera con México, llegamos en la finca La Marina ubicada en San Rafael Pie de la Cuesta a aproximadamente 800/900 m.s.n.m.

Un interesante primer paso en el departamento de san marcos guatemala. ¿Por qué?
Pues porque en esta zona baja el cultivo de café Arábica, al menos para las variedades tradicionales, es ahora un reto.
Alli conocemos a Leonardo Joachin. Él siempre ha crecido con café pero empezo a ponerse realmente en el tema hace un par de años. Originalmente el negocio familiar que proviene de su padre se centra en la avicultura.

Pero el padre de Leonardo, Fredy Joachin, siempre le ha gustado la proximidad con naturaleza. Así se encuentra, arriba de la finca 5 hectáreas de reserva forestal natural protegida que proporcionan una fuente de agua natural y una reserva natural para los aves y las abejas nativos.
Fredy también siempre quiso tener árboles para dar sombra y comida. Por eso cada año durante varias décadas, sembró nuevos árboles y también un poco de café. En ese momento, el café era un recurso financiero conveniente y seguro, lo suficientemente fácil de cultivar gracias al suelo volcánico muy fértil y las condiciones climaticas ideales de la región. El padre de Leonardo también construyó un beneficio para procesar su propio café y venderlo en pergamino.

Sin embargo, los tiempos han cambiado. Hoy en día, la avicultura sufre de competencia y contrabanda feroz con México. Las variedades tradicionales de café (principalmente bourbon y caturra en esta región) han sido fuertemente afectadas por la roya. El cambio climático es una amenaza constante y los precios del café han bajado considerablemente en el último año, lo que obligó a muchos pequeños productores a vender a precios por debajo del costo.
Leonardo, quien se hizo cargo del negocio familiar, fue testigo y vivió todos estos cambios. Todavía cree en el potencial del café, pero también entiende que los métodos antiguos no son suficientes.
Él hizo su propia investigación y comenzó a seguir cursos con la Asociación Nacional de Café de Guatemala, Anacafé. También ha beneficiado de su asistencia técnica para adaptar sus fincas a las nuevas condiciones climáticas y ambientales. Así es como llegó a introducir robusta, que ahora representa 3 ha de la superficie del café. Las 2 hectáreas restantes son el arabigo (caturra y bourbon) de origen.

El robusta fue introducido recientemente en Guatemala y ahora representa según datos de Anacafé, el 1% de la producción total de café.
Puede que no sea tan bueno como el arábica, nos dice Leonardo, pero es una forma de no abandonar por completo la tradición de la producción de café. También preparó una parte de la finca donde quiere sembrar 5 hectáreas de Marsellesa (híbrido arábica resistente a la roya).

Sin embargo, para las pequeñas cantidades actuales de arabigo que crecen en su granja, Leonardo tiene otras ambiciones. Decidió comenzar a venderlo localmente ya tostado, dándole así un valor agregado.
Para este proyecto recibió nuevamente la ayuda de Anacafé que proporciona los servicios de un tostador. Es un servicio facturado al productor que, según los cálculos de Leonardo, vale la pena.
Explica los cambios que ha notado en los últimos años en términos de consumo de café. Por supuesto, siempre predomina el café olla dulce o el café instantáneo. Pero ahora, incluso en los supermercados, tiene todo un departamento dedicado al café de diversos orígenes. Es el buen momento para ofrecer su producto. El publico ya es más receptivo para beber café de calidad y de origen.
"Si no conozco mi café, si no lo analizo, puedo tener un grande café pero no lo sé entonces.... el comprador me lo compra barato"

¿Siguiente paso para él?
Renovar el beneficio y comenzar a mejorar el proceso tradicional del café lavado, tanto para el arábica como para el robusta.
Prestar una atención especial a las variedades más antiguas y menos resistentes como el bourbon y la caturra conocidas por su calidad en taza.
También planea seguir une curso de analisis sensorial de café para ser consciente de las fuerzas y debilidades de su café.
"Si no conozco mi café, si no lo analizo, puedo tener un grande café pero no lo sé entonces.... el comprador me lo compra barato", concluye Leonardo.